Con el firme propósito de contribuir al fortalecimiento de la gestión y gobernanza sostenible del Área Clave de Biodiversidad (KBA) Enclave Seco del Río Dagua, el proyecto “Ampliación, fortalecimiento de la gestión y gobernanza del KBA Enclave Seco del Río Dagua, Colombia”, se ejecuta en el territorio del Distrito Regional de Manejo Integrado del Enclave Subxerofítico de Atuncela (DRMI- ES Atuncela), en el municipio de Dagua, Valle del Cauca. Esta iniciativa es resultado de la colaboración entre el Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos (CEPF), Patrimonio Natural, Profonanpe, American Bird Conservancy, Rainforest Trust y la Corporación Ambiental y Forestal del Pacífico (Corfopal).
El DRMI- ES Atuncela fue declarado como área protegida en el año 2007, comprende actualmente 1.011,5 hectáreas y, dada la importancia de los ecosistemas secos presentes en este territorio, se ha trabajado en la ampliación del área protegida que incluye 1.317,06 ha que están a espera de ser declaradas por parte la autoridad ambiental. Adicionalmente, el proyecto deja valiosos resultados en materia ambiental y social.
Durante el desarrollo de este proyecto se actualizó el plan de manejo del área protegida incluyendo la zona de ampliación y se estableció formalmente la conformación del comité de comanejo DRMI- ES Atuncela, con la firma del acta de conformación por parte de nueve organizaciones de base comunitarias locales del corregimiento y dos instituciones públicas: la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca y la Alcaldía de Dagua. Este esquema de gobernanza logró que, por primera vez en 16 años de declarada el área protegida, se cuente con un reglamento interno y un plan de acción para la vigencia 2023, que logró cumplirse en un 80%.
El Comité de Comanejo, como esquema de gobernanza formalmente constituido del DRMI, ha logrado desarrollar una identidad propia mediante la creación de un logo y un manual de uso, fortaleciendo así su posicionamiento en la gestión del área protegida. El logo se diseñó de manera participativa, integrando las ideas de los miembros del comité. Además, el Comité participó en un programa de fortalecimiento de capacidades, que incluyó 108 sesiones de capacitación en equipo, comunicación, liderazgo y organización. Estas capacitaciones no solo proporcionaron herramientas prácticas para mejorar el funcionamiento interno del esquema de gobernanza, sino que también fomentaron espacios de reflexión y diálogo compartido entre los miembros del comité.
Adicionalmente, los productores del área protegida implementaron en sus fincas sistemas agroforestales que fortalecen su capacidad productiva de la mano de la cualificación en producción sostenible. En total fueron cinco hectáreas de sistemas agroforestales desarrolladas para la producción de alimentos con menor impacto ambiental. Para esto, se realizó la entrega de 720 árboles productivos, 800 árboles forestales y de especies nativas con los cuales se fortaleció la acción de reforestación como una necesidad apremiante para el área protegida; Además, el proyecto suministró insumos para su mantenimiento y cuidado por 6 meses. Otra acción de positivo impacto para la comunidad de Atuncela, fue la implementación de cinco pilotos de cosechadores de agua, que son sistemas para atrapar el agua de lluvia o el agua producto de la condensación para ser utilizada posteriormente en actividades agrícolas, como medidas de adaptación a la variabilidad climática y disminución de presiones sobre el recurso hídrico.
También, se diseñó un plan de turismo comunitario a partir de la construcción participativa de un diagnóstico de oferta y capacitación en buenas prácticas para servicio turístico en el corregimiento de Atuncela, donde se dejó plasmada la ruta para desarrollar estas actividades de forma sostenible y de manera responsable por parte de la comunidad. Sumado a lo anterior, con el interés de fortalecer el conocimiento y la conservación por parte de la comunidad de la conservación de la especie Rana Duende de Ruiz (Strabomantis ruizi), especie endémica del departamento, y detonadora de este sitio como Área Clave de Biodiversidad (KBA), se adelantaron una serie de capacitaciones en monitoreo de este anfibio que se encuentra amenazado actualmente (EN) y para el cual toda acción de protección es importante.
Para finalizar, teniendo como principio esencial que la participación social y comunitaria fundamenta los objetivos de un proyecto así y la sostenibilidad de sus resultados hacia adelante, se resalta un avance positivo para la gobernanza del área protegida, que es el involucramiento activo de las mujeres en las diferentes actividades del proyecto, del 60 % mujeres y el 50 % jóvenes. En la zona el relevo generacional está liderado por mujeres jóvenes entre los 19 a 28 años, quienes hacen parte del comité de comanejo, y lideran proyectos comunales tales como educación ambiental en las nuevas generaciones, aviturismo, y conservación de las reservas de Atuncela. Este resultado es un avance en la equidad de género y el posicionamiento de un enfoque inclusivo y diferencial para los procesos que se agencian en el territorio. El llamado es a que cualquier iniciativa que llegue al área protegida mantenga este enfoque de involucrar activamente a las mujeres, niños, niñas, jóvenes y personas con discapacidad en sus acciones.